Cuerpo, mente y sexualidad: las claves de tu felicidad

 

 

Existen infinitas formas de alimentarnos. Como te cuento en mi consulta médica, talleres y retiros, respirar correctamente nos nutre y equilibra energéticamente, a parte de aportar oxígeno a nuestras células y órganos. Los alimentos que ingerimos nutren nuestros tejidos, y  la forma en que los digerimos es aún más importante que su calidad. Nuestra capacidad digestiva es directamente proporcional a nuestro nivel de estrés. Los pensamientos positivos también nos alimentan de paz interior, y cuidar nuestro lenguaje interno nos hace alcanzar más fácilmente nuestros deseos. El sexo también es una forma de alimentarnos. Nuestras hormonas sexuales nos piden diariamente mantener sus niveles estables, y muchas veces para compensar su déficit recurrimos a ingerir comida basura o bien a hacer deporte en exceso.

 

¿CONSIDERAS QUE ESTÁS VIVIENDO UNA SEXUALIDAD COMPLETA? ¿SIENTES LIBERTAD AL EXPRESAR TUS DESEOS SEXUALES MÁS PROFUNDOS CON TU PAREJA, O CON QUIEN COMPARTES EL SEXO? ¿ TE SIENTES LIMITADO  Y/O SOLO EN TU VIDA SEXUAL AUNQUE SIENTAS DESEO HACIA LAS PERSONAS QUE AMAS? ESTAS PREGUNTAS NO SÓLO TE LAS PLANTEAS TÚ. EL TANTRA SE ENCARGA DE AYUDARTE A RESPONDER POR QUÉ NO  ESTÁS VIVIENDO UNA SEXUALIDAD COMPLETA ,Y A AYUDARTE A SENTIRTE LIBRE, FELIZ Y VITAL .

 

Como ya sabes, mientras que en la medicina occidental se suelen tratar las enfermedades o síntomas, en la medicina Ayurveda es la persona en su conjunto la que es tratada. Pero, ¿qué medicina se ocupa de sanar nuestra sexualidad? ¿Consideras que estás viviendo una sexualidad completa? El sexo consciente también es una forma de conseguir energía,  salud y vitalidad. La gente que se siente sexualmente completa siempre sonríe, ¿te lo has planteado alguna vez? seguro que sí…

El tantra, un conocimiento milenario que proviene de India y que se ocupa de diversas facetas del ser humano, entre ellas la sexualidad, proporciona herramientas muy útiles para aprender a utilizar la energía sexual como fuente de salud, crecimiento personal y desarrollo espiritual.

El tantra, al igual que el yoga y el ayurveda, con las que está muy relacionado pues comparte su origen, es una filosofía; un estilo de vida. Entiende las relaciones sexuales como un encuentro sagrado entre lo masculino y lo femenino, entre Shiva, la energía de la conciencia, y Shakti, la energía creadora. Mediante la unión de ambas energías puede alcanzarse la unidad, la conciencia de formar parte de un todo.

Algunas técnicas tántricas relativamente sencillas pueden ayudarnos a conectar con nuestra energía sexual, a enriquecer y fortalecer nuestras relaciones de pareja y a movilizarnos para emprender cambios importantes en nuestras vidas.

 

 

En mi caso, el tantra ha llegado a mi vida para quedarse, ayudándome a superar mis propios límites y a avanzar en mi desarrollo personal. Algunos de los cambios vitales más importantes, los cambios que me acercan más a lo que realmente soy, los he emprendido gracias al yoga, ayurveda y al tantra. Por todo ello me hace muy feliz profundizar en estas filosofías de vida y poner lo que voy aprendiendo al servicio del crecimiento y el bienestar de otras personas.

 

 

La meta de estas tres filosofías consiste en lograr la autorrealización, la integración y el crecimiento personal, o simplemente la totalidad. Para las personas que siguen la vía del tantra la pareja es el vehículo para alcanzar la totalidad. No es necesario tener una pareja estable para practicar tantra, lo único imprescindible es desear a alguien por cómo es en su totalidad.

 

 

Te animo a que examines tu alimentación, a todos los niveles, para identificar qué creencias te autolimitan. Muchas veces culpamos a nuestro entorno de lo que en realidad nos falta a nosotros mismos. La clave de la felicidad está en cambiarte a  ti mismo.

 

Si deseas profundizar más en estas tres filosofías, no dudes en contactarme. Estaré a tu lado para que descubras el amor que tienes dentro. Cuando brillamos de amor, nuestro entorno se contagia y también brilla a nuestro paso.

 

 

Con cariño,

 

Tomás y María

 

 

 

 

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